jueves, 9 de marzo de 2017

MIGUEL A. RUIZ - "FÜNF KINEMATISMEN" (EDICIONES TORACIC, 2017)


Entre 2008 y 2009, MIGUEL A. RUIZ graba estas cinco piezas durante unos conciertos en Moscú y San Petersburgo. Hablar sobre el currículum de semejante músico es romper las reglas que rigen el universo, pero para esbozar un poco el tema baste decir que Exhaustor, Funeral Souvenir, Michel Des Airlines, Orfeon Gagarin o Ventral Metaphor son algunos de sus proyectos desde hace 30 años. Eso como solista, porque luego es y ha sido parte integrante de algunos grupos como Ambulatorio Segreto, Codachrom, Dekatron II (junto a SENTIONAUT, los cuales me tienen volada la mente), Efficient Refineries, Non Sterile o Tecnica Material. Aprovecho para decir que estoy obsesionado con conseguir una copia del LP "Encuentros en la Tercera Edad" y que agradezco cualquier ayuda al respecto... ahí queda.

A partir de la adquisición del recopilatorio GROSOR (Monochrome Vision ‎– mv03) caí en las redes electrónicas del músico madrileño y conseguir cosas suyas se ha vuelto una obsesión. Desde hace un tiempo, algunas de las míticas TORACIC TAPES (sello de culto en cassettes donde Miguel sacaría magnas obras como "Han Llegado los Robots" o los tremendos trabajos de "Orfeón Gagarin") están siendo progresivamente reeditadas en formato CD-R en cuidadas ediciones fabricadas a mano por el propio músico y limitadísimas a 80 copias, y este fabuloso FUNF KINEMATISMEN es otra de ellas.

Describir la música electrónica que hace MIGUEL A. RUIZ es complicado, máxime cuando su carácter versátil lo hace intranquilo por naturaleza, y los proyectos se diferencian muchísimo de unos a otros (por ejemplo, su anterior "Le Voyage Cranien" era toda una rendición a los compositores franchutes como MICHEL MAGNE, PATRICK VIAN o JARRE). El Leit Mótiv que mueve a este obra es el CINEMATISMO, que según diccionario vendría a ser algo así como: "Técnica futurista de una pintura sincrónica que plasma sobre el lienzo, como acto en movimiento, la simultaneidad psicológicamente apreciada de una rápida sucesión de movimientos en distintas perspectivas situadas una junto a otra". Pero claro, ese movimiento es sublimado por la música en este caso, elevándose a "sensaciones en movimiento" o "somatismos sonoros" de tal modo que los estados de ánimo cambian considerablemente. 

Hace unos años, un amigo que se dedica al trapicheo con antigüedades de India me mostró una especie de Diorama (no es exactamente eso, pero no sé describirlo mejor) grande (más o menos de nos 2 metros cuadrados) en forma hexagonal, donde había varias aberturas con cristales para meter la cabeza. El objeto en cuestión databa de la época colonial en India (construido en madera de teca), y era una especie de cinematógrafo extraño con láminas que iban pasando a una velocidad rápida dando la sensación de movimiento. Era un juguete y me comentaba que los niños pagaban algunas monedas para asomar allí la cabeza y ver aquel extraño efecto que en ocasiones se acompañaba de sonidos. 


Pues bien, la música en FUNF KINEMATISMEN me retrotrae una y otra vez a ese recuerdo, pero transformado extrañamente en algo más perverso y oscuro. Temas de índole marcial como "Ausbau Des Dachbodens" son pura amalgama de ritmos anómalos, en cierto modo paralizados en el tiempo, pero que por razones que se me escapan nos llegan deformados, oleosos y muy distantes. Es este uno de los trabajos más oscuros de MIGUEL A. RUIZ, que lejos de resultar ruidoso o enclavado en el drone pétreo de otras propuestas, nos despliega durante 5 temas una especie de meditabundo "Score" cinematográfico cargado de coros y reverberaciones rítmicas de ambientes religiosos.

Hay temas que resultan netamente químicos como los iniciales y hermanados "Pastoin Des Phosphats" y "Freikirche/Molekülwolke", que evocan a la tabla de los elementos en clave sonora, y que dan un inicio sombrío y Dark Ambient al disco. Una nube oscurísima cargada de homilías que provocan isquemias irreparables en el alma cuando por fin se descarga la tormenta... coros catedralicios y cultos obscenos adoradores de gónadas lubricantes. Pero claro, el carácter versátil de los temas es mostrado a partir del minuto 6 del segundo tema, donde una melodía arrastrada te imbuye en pleno descenso psicotrópico y bailón en una suerte de EBM ralentizada y sexual.

El simple golpear de una gota en "Drei Konsequenzen Für Die Ökumene" resulta alucinatorio, y la explosión de pianos, secuencias analógicas y percusiones tribales bizarras nos pillan totalmente desprevenidos. El ritmo lento y sincopado, deudor de las obras más bailables de ESPLENDOR GEOMÉTRICO, es pura magia donde el azar no existe y cada nota está dispuesta para crear un efecto único, surrealista y transgresor, y que su larga extensión lo convierten en una coda o suite de carácter pseudoindustrial. 

Su final absolutamente embriagador está cargado de la nostalgia del cine antiguo... de películas que son proyectadas en cines sin espectadores, de bandas sonoras que sonarán en viejas gramolas que en el futuro se alimentarán de energía nuclear o voces de muertos que llegan vivas.

Sin embargo, el bestial inicio del último tema, "Isotopen In Österlicher Freude", es como la banda sonora de ASALTO A LA COMISARÍA 13 de CARPENTER pero en versión tropical. Lubricantes sonidos que acaban transformándose en esoterismo jazzístico de altísimo nivel en el clímax final de un tema que cierra un trabajo que créeme cuando te digo que es una obra de arte con mayúsculas, adictiva como el crack en el Bronx o la bollería industrial. 



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