sábado, 24 de agosto de 2013

UNA ORACIÓN POR LOS QUE MUEREN (STEWART O´NAN; LA FACTORÍA DE IDEAS)

SINOPSIS: "Situada en Amistad, Wisconsin, justo después de la guerra civil norteamericana, esta historia nos cuenta la horrible epidemia que atenaza un pueblo con mandíbulas de miedo y muerte. Jacob Hansen, sheriff, enterrador y pastor de Amistad, no tarda en verse abrumado a pesar de persistir haciendo todo lo que puede. Pero Jacob no puede controlar la rápida expansión de la plaga, el pánico que se desata sobre Amistad o sus propios sentimientos de des-esperación. Oscura, poética y escalofriante, Una oración por los que mueren nos hace reflexionar sobre si es posible ser un buen hombre en tiempos de locura" 

STEWART O´NAN es un novelista norteamericano nacido el 4 de Febrero de 1961 y que lleva publicadas más de una docena de obras (prácticamente inéditas en nuestro país); dentro de su producción literaria destaca una novela corta conjunta con STEPHEN KING en formato de libro electrónico y audiolibro (en Estados Unidos es un formato bastante popular) y otra colaboración con el de Maine sobre la temporada de 2004 de los RED SOX...

UNA ORACIÓN POR LOS QUE MUEREN es un corto pero intenso relato sobre una comunidad en vías de extinción que nos mete de lleno en la América profunda y en sus lacónicos protagonistas. Narrada en segunda persona, la novela ganó en 1999 el PREMIO INTERNACIONAL HORROL GUILD y es una buena muestra de cómo transmitirnos un tipo diferente de terror... un horror humano, cercano y que se multiplica en tiempos de guerra o miserias. 

En nuestro país LA FACTORÍA DE IDEAS ha publicado dos novelas del autor: esta que tratamos y NOCHE DE DIFUNTOS, que espera en la pila de lecturas pendientes. Lectura totalmente recomendada pues... aquí os dejo con un extracto:


No hay una forma bonita de hacer esto, aunque intentas
hacerlo con cuidado. Una vez que tu regimiento estaba
peinando una pradera, le rompiste la mandíbula a un tipo
por apoyar el cadáver de un rebelde contra una valla para
hacer un chiste. Si hay algo que tus trabajos te han
enseñado es a tomarte la muerte con seriedad, a darle el
mismo respeto que al amor.

—No pasa nada —te sorprendes diciéndole al cadá-
ver—. Te vamos a colocar apropiadamente, no te pre-
ocupes.

Hablar con los muertos es una mala costumbre. Marta
dice que les hablas más a ellos que a los vivos y, aunque es
una broma, puede que sea verdad. A veces, en el sótano,
mantienes largas conversaciones con aquellos que reciben
tu trabajo, respondiendo a tus propias preguntas mientras
desangras sus venas, tratando de descubrir lo que real-
mente piensas sobre la justicia, el destino o el paraíso. Te
preguntas si te estás volviendo demasiado serio, si estás
envejeciendo.

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