jueves, 9 de febrero de 2012

PUTREZINE 010... THE DEVILS (KEN RUSSELL; REINO UNIDO, 1971)



El director de culto KEN RUSSELL, autor entre otras de las célebres TOMMY (1975) o GOTHIC (1986) nos lleva de la mano en un controvertido viaje cuasi onírico y surrealista a la Francia del Siglo XVII, concretamente a una ciudad de Loudoun azotada por el férreo mandato de Richelieu y el emperador de Francia, que no dudan en convertir en herejes a todos aquellos que vayan contra el poder.
Basada en una obra de Aldous Huxley, THE DEVILS cuenta con unos decorados que rozan el puro futurismo, de tal modo que hasta que no llevas un buen trozo de metraje tienes la duda de si se trata de una película de época o roza el puro anacronismo. Controvertida en muchos aspectos (llegó a prohibirse en Italia), THE DEVILS es una película casi impensable a día de hoy, y es que se trata de puro cine de autor, que ya en su época sufrió profundos cortes de censura (sobre todo la escena de la orgía y el icono de Cristo crucificado, muy polémico y que no se recuperó hasta tiempo después en una versión en DVD sin censurar y que es la que he tenido la suerte de visionar).
Magníficas interpretaciones de sus protagonistas principales, destacando a un gran OLIVER REED como el Padre Grandier y a VANESSA REDGRAVE como Sister Jeanne, un personaje atormentado y aquejado de males del espíritu, el cuerpo y el alma...
Su fotografía es magnífica, y como he dicho antes roza el puro surrealismo, con una ciudad que parece alejada del tiempo y el espacio resultando una pura metáfora. Los decorados, las vestimentas... todo parece surgido de una pesadilla atemporal en la que los protagonistas purgan sus pecados aunque estos no sean siempre lo que parecen...
La interpretación del Padre Barre por MICHAEL GOTHARD es sublime, y su caracterización que roza el puro hippismo junto con su histriónica forma de realizar los exorcismos añaden un punto de locura al film nada desdeñable.
En resumen, que se abstengan los puros de mente y cuerpo y todos aquellos que no desean inmiscuirse en los pétreos caminos de la libertad de expresión, ya que la mayor parte de la película es una crítica anti sistema de todo tipo (desde los totalitarismos políticos hasta la religión institucionalizada) que no duda en escatimar en imágenes profundamente perturbadoras para aquellos no familiarizados con el cine oscuro y maldito de una década ya irrepetible tanto en cine como en música. Una maravillosa muestra de cine de autor, personal y contracorriente que nos muestra la cara menos amable de todos aquellos dogmas que pululan por nuestro día a día.



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